Continuamos otro año más con nuestra campaña 💙PROFESIONALES CON CARISMA 💙, en la que os mostramos el rostro de aquellas personas de nuestros centros que, a día de hoy, dan vida al carisma de la consolación siguiendo los pasos de Santa María Rosa Molas y las primeras hermanas 🤝.
Esta vez contamos con el testimonio de nuestra compañera Amy Puchol, enfermera en la Residencia San Juan Bautista de Morella.
«Escogí el cuidado de las personas como carrera profesional porque me satisface ver que, mientras realizo mi trabajo, hacer tan solo un gesto, una caricia o una palabra marca la diferencia y mejora el día de las personas de nuestro entorno y, en este caso, me parece aún más importante ya que las personas que viven en las residencias suelen ser personas mayores que lidian a diario con el dolor, la inmovilización, la depresión, entre otros.
Para mí, formar parte de la Familia la Consolación significa realizar mis cuidados como profesional en un entorno acogedor y apacible. Además, considero que se forma un vínculo cercano entre todos los trabajadores.
Los inicios en la residencia fueron muy buenos ya que todos los trabajadores me trataron desde el primer momento con amabilidad y respeto y, además, me ayudaron y me facilitaron la información necesaria para adaptarme de la mejor forma a la residencia. La primera semana que empecé a trabajar en la residencia fue la más significativa para mí ya que mis compañeras enfermeras me presentaron a todos los residentes de la casa y me explicaron con paciencia y estima las tareas que debía realizar. Además, fue muy especial para mí que una de las residentes el primer día me regalara un dibujo que ella había pintado.
Como ya he comentado, uno de los aspectos positivos que destaco a la hora de trabajar en la residencia es la cercanía con los otros compañeros. Trabajar en un ambiente afable hace que los días sean mejores tanto como para nosotros los trabajadores como para los residentes ya que así les transmitimos calma, paz y sosiego.»