En la edición de Profesionales con Carisma de este mes, damos voz a los profesionales que forman parte de los Equipos Directivos de nuestros centros sociosanitarios.
Os mostramos el testimonio de nuestro compañero Fernando Acosta, director técnico de la Residencia Nuestra Señora de la Consolación en Sevilla.
«Llegué a la familia Consolación allá por el 2000, con apenas 19 años, cuando empecé mi primer año de facultad. Movido por diversas inquietudes, la Universidad de Sevilla me puso en contacto con las Hermanas de la Consolación para hacer un voluntariado. Fue así cuando empecé a desarrollar mi vocación y dedicación por las personas más vulnerables, aprendiendo el estilo de cuidados de la Consolación. Cuando recuerdo esa etapa, no puedo evitar pensar en las Hnas que entonces formaban la Comunidad de Sevilla, mis maestras, y no solo en el cuidado de los mayores, sino también en enseñarme quién fue María Rosa Molas, la que le daba sentido a todo. Desde entonces, ella se convierte en el espejo en el que hay que mirar para afrontar el día a día, para buscar la humildad, servir y loar a Dios.
El ejemplo de la Madre, fue enriqueciendo y dando rumbo a mi vida profesional y espiritual, recibiendo el carisma gracias a experiencias diversas como fueron, los encuentros de voluntarios, ser monitor en el Vivac Com, haciendo acompañamientos de enfermos en hospitales, participando en encuentros de trabajadores, etc. Luego, profesionalmente, como psicólogo en la casa, como miembro de equipo de titularidad y en la actualidad, ejerciendo la gestión directiva en nuestra obra de Sevilla.
La Consolación es pues, mi familia extensa a la que doy gracias a Dios por lo que he recibido de ella, el cariño de los residentes, de las Hermanas, de los compañeros y compañeras de trabajo y los voluntarios y voluntarias, que tanto me traen al recuerdo.
El recibido carisma de la consolación, sigue siendo el manual de estilo que me rige como director y como parte de esta Familia.
Fernando Acosta Aguilar,
Uno más de la gran Familia de la Consolación.»
Desde aquí, damos las gracias a todas y todos los profesionales de los equipos directivos que cada día dan vida al Carisma de la Consolación con su trabajo.