Durante estos meses, las personas residentes de nuestra casa se han puesto al servicio de los demás ofreciendo su labor en el taller de punto.
Con la colaboración de dos voluntarias, han tejido bufandas y gorros para los más vulnerables y desfavorecidos, una acción que llevó a cabo Mª Rosa Molas y que continúa presente en la historia de las hermanas de la Consolación y en nuestros centros.
En la tarde de ayer, hicimos entrega de nuestra labor a la Parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos agradeciendo su colaboración al servicio de los más
desfavorecidos.